Daniel Scioli aventajaría por seis puntos a Mauricio Macri si las elecciones presidenciales fueran hoy. El diagnóstico coincide en casi todas las encuestas, pero el escenario trazado por la consultora Aresco vuelve a poner al gobernador de la provincia de Buenos Aires ante la posibilidad de ganar en primera vuelta, aunque no será nada sencillo. Como en los demás sondeos, Sergio Massa aparece en tercer lugar y Margarita Stolbizer araña un buen 7 por ciento. En el quinto puesto se ubica Jorge Altamira, que conseguiría el mayor porcentaje logrado por la izquierda en una elección presidencial. “No hay grandes movimientos. Esta tendencia es estable. Siempre vimos al oficialismo arriba, sustentado en su núcleo duro de votantes. Ahora hay un crecimiento respecto del período de la denuncia y la muerte del fiscal Nisman”, señaló Federico Aurelio.
Las conclusiones surgen de un amplio estudio nacional realizado por la consultora Aresco, que lidera Federico Aurelio. En total se entrevistaron 4146 personas –una muestra de envergadura– a través de llamadas telefónicas realizadas en todo el país, con respeto de las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
Según Aurelio, en las PASO del Frente para la Victoria, Daniel Scioli se impondría al segundo, Florencio Randazzo, con 22 por ciento de los votos contra 11 por ciento del ministro del Interior y Transporte, aunque falta todavía mucho para esa elección del 9 de agosto. Hay que ver qué sucede con los otros candidatos del FpV (Sergio Urribarri, Agustín Rossi, Jorge Taiana y Aníbal Fernández). En los comicios generales, el gobernador bonaerense –siempre según Aresco– fidelizaría el voto del oficialismo, es decir que si Scioli gana la interna no habría una fuga de votos del FpV hacia Massa, mucho menos hacia Macri y tampoco hacia el no sabe/no contesta.
Una clave de los resultados está en la alternativa continuidad o cambio que fue medida por Aurelio. Las opiniones de que el próximo presidente debe asegurar una continuidad sin cambios o una continuidad con algunos cambios superan el 50 por ciento. Es una opinión claramente mayoritaria respecto de la otra alternativa, la del cambio de modelo, que recoge el 36 por ciento de los respaldos. Y este debate entre continuidad y cambio es de máxima importancia porque en una elección presidencial tienden a dirimirse las cuestiones de fondo y no pesan tanto las evaluaciones de las coyunturas: el debate de modelos se pone más en el centro de la escena.
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