martes, 11 de agosto de 2015

Ya hay ocho intendentes que cambiarán en el conurbano y otros caciques quedaron en riesgo

Seis no se presentaron a la reelección, y el domingo cayeron dos históricos, Othacehé en Merlo y West en Moreno. Para octubre están jaqueados Acuña en Hurlingham, Curto en Tres de Febrero y Cariglino en Malvinas Argentinas. Una renovación pocas veces vista en el territorio político más preciado.
Poco apoyo. Mariano West no recibió a grandes referentes del kirchnerismo, que sí acompañaron a su rival Walter Festa en el tramo final de la campaña.
La derrota de caciques que estaban atornillados a los sillones sacudió al conurbano. No son habituales (mucho menos varias en el mismo día) y marcan que en política todo tiene un final, aunque a veces no parezca. Esta oxigenación se refleja además en un dato saliente de las elecciones de este año en el territorio más preciado: ya son ocho los intendentes que cambiarán en diciembre de un total de 26. Y seguramente la cantidad crecerá en octubre, por los caudillos que quedaron en la cuerda floja. En la última gran renovación, la de 2007, la cuenta se detuvo en siete.
Por distintas circunstancias, varios jefes comunales no se presentaron para la reelección, todos del FPV. En La Matanza, Fernando Espinoza decidió jugar en la Provincia y le dejó la posta aVerónica Magario, quien con su 35,6% del domingo tiene el camino allanado para convertirse en la primera mujer en gobernar el municipio más populoso del país: allí viven 1,8 millón de personas. En José C. Paz y Almirante Brown, Mario Ishii y Darío Giustozzivolvían para desplazar a sus delfines, Carlos Urquiaga y Daniel Bolettieri. Al hombre del poncho le salió bien el enroque. No puede decir lo mismo el diputado nacional, uno los "massistas arrepentidos": perdió la interna contra Mariano Cascallares, funcionario de Daniel Scioli, en una parábola pocas veces vista que lo llevó del 72% de los votos en 2011 a resignar el poder ahora.
En Escobar y Lanús el movimiento tuvo que ver con que el kirchnerismo vio en Sandro Guzmán (volvió del FR) y Darío Díaz Pérez a dos referentes desgastados, que ya no sumaban. Habilitaron en sus lugares a Ariel Sujarchuk, cercano a Alicia Kirchner, y al camporistaJulián Alvarez, secretario de Justicia de la Nación: ambos dieron el paso inicial para la sucesión.
Morón encarna un caso particular. Martín Sabbatella, por ahora "dueño de la estancia", decidió que era hora de reemplazar con su hermano Hernán a Lucas Ghi. Su fuerza tuvo que enfrentar en una interna al peronismo y si bien lo superó, los puntos que le limaron dejaron a su candidato muy abajo (30% a 20%) de Ramiro Tagliaferro, el marido de María Eugenia Vidal. Además, en el acumulado el FPV apenas superó por dos puntos a Cambiemos. Esto plantea un escenario inesperado para Nuevo Encuentro, sobre todo por lo difícil que le puede resultar alinear a los "pejotistas" que siempre lo miraron de reojo.
A los seis que ya se iban, en las PASO se sumaron dos barones que sufrieron verdaderos batacazos. Raúl Othacehé bajará al llano luego de gobernar Merlo desde 1991 y lo mismo le pasará a Mariano West en Moreno después de 11 años de poder en dos períodos. Al "Vasco" le torció el brazo Gustavo Menéndez, quien ya lo había derrotado en las legislativas 2013, y a su colega del Oeste lo batió Walter Festa, apuesta de La Cámpora que se convirtió en pleno. También transpira por una interna del FPV Humberto Zúccaro en Pilar. El escrutinio oficial ayer lo daba voto a voto contra el sciolista José Molina y ambos se proclamaban ganadores. Habrá que esperar.
Otro histórico del GBA, el massista Luis Acuña, aún no está fuera de carrera pero casi. Juan Zabaleta, mano derecha de Amado Boudou en el Senado, le ganó el primer round en Hurlingham por 39,9% a 25,3% y en las generales irá por el golpe de nocaut. Dentro del Frente Renovador también quedaron con horizontes complicados, aunque algo más de margen, Jesús Cariglino (perdió su primera elección en Malvinas Argentinas desde 1995, por un punto) y Joaquín De la Torre (en San Miguel, el kirchnerismo lo superó 41% a 31% con la suma total de sus cuatro listas). Los dos deberán replantear sus estrategias para intentar contener al FPV. En la misma zona de riesgo quedó parado Hugo Curto, quien quiere su séptimo mandato en Tres de Febrero: obtuvo 32% y 31% el PRO, que se ilusiona con el historiador Diego Valenzuela. "Ganamos. Por un punto, pero ganamos. Tenemos vida", resumían alrededor del cacique jaqueado.
Francisco Gutiérrez en Quilmes, y Gabriel Katopodis en San Martín, no fueron los más votados en sus distritos ante las duras internas que les plantó el kirchnerismo. Pero en la suma total, el FPV resultó amplio vencedor. Así, les bastará con redireccionar una parte de los votos de sus rivales internos. Katopodis eligió esa lectura: "Estamos muy contentos, el FPV ha sido la fuerza más votada en San Martín, con una diferencia muy importante sobre el segundo". Candidato contra candidato, a él lo superó Daniel Ivoskus por 26% a 21%, y a Gutiérrez el chef Martiniano Molina por 26% a 24%.
Los demás intendentes atisban un horizonte despejado, con Patricio Mussi (55% en Berazategui), Alejandro Granados (48% en Ezeiza) yMartín Insaurralde (48% en Lomas) subidos al podio de los que consiguieron mayor apoyo en las urnas.

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